De Astillero a la Ciudad Condal
El lunes 8 de enero pensabamos viajar a Barcelona pero como aún no teníamos reserva de hotel lo pospusimos para el martes. Ese día lo dedicamos a descansar, ir de compras y a última hora de la tarde ver algo de Santander, la capital de Cantabria.
Buzón en forma de boca de león destinado a correo internacional del edificio de Correos y Telégrafos de Santander, construido en 1916. Justo al aldo está la sede del Banco de España.
El emblemático arco de la majestuosa sede central del Banco Santander, en frente los bellos jardines de Pereda y al otro lado, la bahía y el embarcadero. 
En el Palacete del Embarcadero, punto desde el que parten las conocidas "lanchas" a Somo y Pedreña desde hace más de cien años.
Recorriendo el Muelle de Calderón nos encontramos con el grupo escultórico de los "Raqueros", imagen nacida de la tradición de algunos chavales que se lanzaban a la bahía en busca de las monedas que les lanzaban los paseantes.
Con la Cava Senior en el Ayuntamiento de Santander, ubicado en pleno centro de la ciudad y en cuya plaza desgraciadamente queda una de las pocas estatuas de Franco. En fin... sin comentarios, evidentemente en mis fotos no sale.
Pero no todo es malo y hace unos años, justo detrás de la infame estatua ecuestre del Generalísimo se encontró este escudo de la II República. Como dije en otra foto, todo tiene su cara y su cruz.
El día 9 de enero madrugamos para agarrar el primer avión y, amaneciendo aún, llegamos a la Ciudad Condal. El Ayuntamiento de Barcelona se encuentra en la Plaza de Sant Jaume en pleno Barrio Gótico. Desde la antigüedad esta plaza ha sido siempre el centro político y social de la ciudad, además ha sido testigo de los acontecimientos más relevantes de la reciente historia de Catalunya, la proclamación de l´Estat Català en 1931, la vuelta del exilio de Josep Tarradellas en 1977 o la celebración de los títulos del F.C Barcelona con su afición congregándose en la plaza. 
En una de las estrechas calles del Barrio Gótico, la que sale de la Plaza Sant Jaume hacia la Catedral se encuentra este bello corredor que une, de forma aérea, el edifico de un lado de la calle con el del otro lado. La verdad no recuerdo que edifico es, sorry.
En la Catedral de Barcelona hay unos ascensores que te suben hasta la azotea del templo, esta foto se tomó allá, como lo demuestra el pináculo que se ve al fondo.
Dentro del templo hay una fuente donde tradicionalmente su hace el ritual del Ou Com Balla, consiste en poner un huevo en lo alto del chorro de agua y éste se queda suspendido en el aire por la fuerza del mismo. No sé si esta será la fuente, pero yo no vi otra, jajajajaja. 
¿Veis todas esas escaleras al fondo? Todo eso tendréis que subir si queréis llegar hasta el Parque Guell. No pongáis esa cara. La parte más empinada tiene acondicionadas unas escaleras mecánicas que te llevan hasta arriba sin mover un pie.
El Parque Guell surgió a raíz de los deseos de Eusebi Güell quien encomendó a Gaudí la construcción de un parque residencial junto a su finca, Can Montaner. Las obras durarían 4 años desde 1900 hasta 1904.
El inmenso ventanal de una de las edificaciones que se encuentran a los lados de la entrada principal al Parque Guell.
Escalinata de acceso al Parque Guell, al fondo se ve la Sala de las Cien Columnas.
Esta zona, a la derecha de la escalinata de entrada era para que los carruajes pudiesen dar la vuelta e ir hacia las cocheras.
Fuente colocada a la mitad de la escalinata principal, justo antes de la famosa fuente del Dragón.
¿Víctor domina al dragón o el dragón domina a Víctor? Se les ve dóciles a los dos, la peor soy yo, jajajaja.
¿Y quién es más guapo, el dragón o yo? No contestes por favor.
En el que se puede llamar el Paseo de los Arcos, Gaudi utilizo una de las columnas para hacer esta cariatide.
El que yo he denominado como Paseo de los Arcos.
posted by laurraka @ 4:30 p. m.
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Acá está Víctor junto al cañon de uno de los barcos construidos en el Real Astillero de Guarnizo, empresa alrededor de la cual nació esta población cántabra. 
Una autofoto en pareja. Al fondo la fábrica de madera Bedia y Cabarga, los pantalanes y las grúas de los actuales astilleros.
Con el niño de mis ojos, mi balita sideral, bueno y de Barbarita que luego se me enfada, además ahora es ella quien le cuida solita. Es fotogénico, ¿verdad?
Y llegamos a Santillana del Mar, el pueblo de las tres mentiras porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Esta es su colegiata, la Colegiata de Santa Juliana a la que debe su nombre (Sant Iuliana - Santillana). Es uno de los monumentos románicos más representativos de la región y fue declarada Monumento Nacional en 1889.
Por sus calles se pueden encontrar cosas curiosas que colocan las tiendas para llamar la atención de los turistas. Como está doble que me eché, ¿a qué nos parecemos?
En un rincón de los arcos del portal del ayuntamiento encontramos este arado en el que Víctor y yo nos retratamos para la posteridad. En este mismo lugar, la Plaza Ramón y Pelayo, están situados el Parador Naciona, la Torre de Don Borja. 
