La duda
Hola de nuevo, este fin de semana volví a ir al teatro (es lo que tiene estar recibiendo clases de interpretación teatral, jajajajaja). Esta vez vi "La Duda", una obra de John Patrick Shanley, dirigida por Matilda Corral e interpretada por Elba Escobar, Luigi Sciamanna, Mariaca Semprun y Beatriz Vázquez.
La puesta en escena está muy bien, la pantalla gigante donde se proyecta la vidriera de la iglesia y la ventana del despacho de la madre superiora (Elba Escobar) da una sensación de profundidad que ayuda mucha a situarnos en escena. La verdad es que al principio de la obra, que es el sermón que da Luigi Sciamanna (cura) desde el púlpito de una iglesia, me sentí como si realmente estuviese en misa. Además, la iluminación ayudaba mucho y la actuación del cura fue muy buena.
La historia es dura, aunque hay momentos en que te ríes mucho, como cuando el cura está dando su clase de baloncesto o con los diálogos entre la madre superiora y la novicia (Mariaca Semprun). En muchas ocasiones la monja mayor se queda mirando a la novata como si fuese un poco tonta, por las respuestas que le da. Elba Escobar, representa la experiencia, la desconfianza, la dureza del mundo, y así lo refleja en sus pensamientos, en sus malos presentimientos. En cambio la novicia representa la frescura, la inocencia, el querer hacer todas las cosas con comprensión y amor, el mostrarse ante sus alumnos como una amiga más.
Por su parte el cura representa la duda, la ambigüedad, una duda tanto espiritual como una duda de sospecha, ¿lo habrá hecho o no lo habrá hecho?, ¿estará esa sospecha que tiene la madre superiora injustificada?
La obra está ambientada en un colegio de monjas, no en un monasterio, lo que nos da una idea de cuál será la duda. Esta pieza teatral también nos habla de los votos de todos aquellos que consagran su vida a Dios, de cuál es el más difícil de sobre llevar y que, en muchos casos, como le pasa a la madre superiora al final de la obra, no es el celibato, sino la obediencia.
La escena en la que aparece el único personaje que no es religioso, el de la madre del niño, es breve, pero, sin duda, la más dura y difícil. Ahí uno se da cuenta de como por un hijo se llegan a tomar decisiones que para muchos de nosotros son injustificables, pero que, visto así, entre la espada y la pared, uno llega a comprender un poco a esa madre que lo único que quiere es el bien de su hijo.
Bueno y no cuento más, el que quiera y el que pueda, que la vea. La recomiendo vehementemente porque todos están maravillosos en sus papeles y es una obra que te deja algo que llevarte a casa para digerir.
Por cierto, podéis investigar la vida del autor, es muy interesante y llama la atención porque le echaron de un montón de instituciones religiosas pero, contrario a lo que pudiera esperarse, en esta obra ensalza la devoción de las monjas católicas.