Tristemente el día 5 de septiembre fue nuestro último día en la Ciudad de los Caballeros, que dedicamos a visitar el Parque Zoológico Chorros de Milla y después, a hacer unas compras de artesanía y productos típicos de la zona para nuestras familias en España. De hecho allá compre unos aviones de madera que luego yo misma pinte con los dibujos típicos de la artesanía merideña para regalar a mis 4 primos en Navidad. Por cierto, que la noche anterior nos encontramos con el chico que vendía artesanía en la Plaza Bolívar y nos había invitado a una fiesta. Allí nos presento a un amigo suyo de los más volado, no recuerdo ni como se llamaba, pero Pope y yo estuvimos hablando mucho tiempo con él de cuestiones metafísicas y algunas más mundanas. El tipo la verdad estaba un tanto volado, de hecho nos llegó a confesar que el había visto un ovni y se había comunicado con los extraterrestres. Dentro de su locura dijo cosas interesantes y por lo menos, Pope y yo, tuvimos una noche diferente y otra anécdota que contar.
Acá esta Pope, quien descubrió a una tocaya suya entre los animales del zoo. De ahí la emoción que la embarga, jajajaja.
Y acá estamos en una cascada que hay dentro del zoo, la verdad es que está situado en un entorno incomparable de la naturaleza.
Otra cascada más supongo que por eso se llama Chorros de Milla, porque hay muchos saltos de agua.
Bueno acá una de mis fotos artísticas, jejejeje. El arco iris se reflejaba en el agua y aproveche el momento. La verdad es que la foto no quedo del todo mal.
Bueno, este fue el viaje de las fotos. Él, como la familia merideña, al enterarse que éramos españolas quiso tomarse una foto con nosotras, lo cojonuda es que no recuerdo que le pasaba a su cámara y al final la tuvimos que sacra con la mía, para luego mandársela por correo, en fin. A estas alturas Pope y yo ya nos sentíamos como dos peazo de artistazas de cine.
A ver un poco de cultura nunca viene mal, así que os he puesto acá la foto de unos animales muy peculiares, las dantas. Si pincháis en la foto os saldrá ampliada y las podréis observar mejor. Sobre una de estas es que está la Reina Maria Lionza es la estatua que hay en la autopista Francisco Fajardo en Caracas. Maria Lionza es reverenciada como diosa en Venezuela y se considera un culto religioso autóctono de este país que se remonta a cultos indígenas de la zona. Es la reina y máximo escalón de las cortes espirituales venezolanas, por tanto considerada la máxima autoridad espiritual, después de la Santísima Trinidad y la Virgen María Madre de Jesús.
Me parece haber visto un lindo gatito. Lindo si es, pero intenta tocarlo, a ver que pasa porque más que un lindo gatito es un lindo jaguar.
Este extraño pajarraco no es otra cosa que un rey Zamuro, perro, con lo que era Nacho Vega para los pájaros carroñeros seguro que éste le encantaba. ¿Os acordáis de su emoción cuando veía un alimoche?
Acá tenéis la última foto de Mérida, el detalle del cuello tan colorido del Rey Zamuro, debe ser lo único bonito que tiene, jejejeje.