Encrucijada de palabras

"Soy un individuo de una especie animal elevado por mis semejantes a la dignidad de ser humano". No sé de quien es la frase pero sí que es realista, por eso espero que a través de este espacio logre alcanzar algo de ese ser humano del que habla. Dicen que este nuevo medio de comunicación es aislacionista, que no fomenta el calor que te brinda una amistad, pero cuando quieres hablarle al mundo y no importa quién pueda escuchar, no importa que forma utilices, lo importante es conseguirlo.

21 mayo, 2008

Una de reflexiones

A una, como buen espécimen de la raza humana, le encanta darle vueltas a la cabeza y ponerse filosófica. Hay veces que nuestras propias reflexiones nos sorprenden y nos hacen descubrir algo que, una vez develado, nos parece tan evidente que no logramos entender cómo no lo habíamos pensado antes; otras veces la revelación nos deja perplejos, pues no comprendemos cómo llegamos a esa conclusión tan brillante; pero otras veces, la mayoría, lo que hacemos es ocuparnos y preocuparnos por algo que es una nimiedad pero a nosotros nos parece una verdadera catástrofe, la hecatombe de nuestras vidas; y mientras tanto, sin darnos cuenta, dejamos de vivir, de disfrutar pequeños momentos que realmente llenan nuestras vidas y que al final son los que realmente cuentan. Los malos momentos pasan y se olvidan y los buenos perduran, pero nosotros insistimos en afincarnos a lo malo, en darlo vueltas y más vueltas buscando una solución que tal vez ni siquiera necesitamos o simplemente lamentándonos sin poner de nuestra parte para superarlo.

La vida da muchas vueltas y no sabes que te espera a la vuelta de la esquina, más aún si no lo buscas. Yo, sin ir más lejos, en diciembre tenía clarísimo que a principios de junio me volvía a la tierruca definitivamente, dejaría Venezuela, eso sí cargando a mis espaldas una mochila llena de amigos, paisajes, risas, lugares y lugareños, recuerdos, historias, aprendizajes, familia, costumbres, sabores, olores, sentimientos,… Pero hoy, 21 de mayo, he decidido que me quedo, al menos hasta septiembre y me quedo por una de las cosas que en estos últimos tiempos más me ha llenado, el teatro.

El teatro, una de las cosas que siempre quise pero nunca había ido a su encuentro, hasta que llegue aquí, y en eso le tengo mucho que agradecer a Víctor, que sabiendo lo que me gustaría tomar clases me ánimo a hacerlo juntos. Y ahora, 7 meses después de comenzar esta nueva aventura, con una obra estrenada y una nueva familia (otra más en mi aventura venezolana, que, para mi dicha ha puesto en mi caminos varias de esas familias tan especiales, las que se eligen y las que te eligen), pues me he dado cuenta que no puedo parar. Que si me hubiese ido a España estaría todo el tiempo pensando qué estarían haciendo mis compañeros en el segundo nivel del curso de teatro, por eso me quedo, para completar el ciclo, para seguir formándome con un equipo, de profesores y compañeros, que ya forma parte de mi vida. Además, esta vez vamos directo a montaje para, en septiembre, hacer una mini temporada de tres fines de semana en un teatro caraqueño. Y es que una, cuando prueba la magia de las tablas, siente una atracción irresistible, como si la fuerza de la gravedad te estuviese empujando hacia el centro de la tierra, y una tiene que repetir, quiere volver a probar de esa experiencia, a sentir esa adrenalina tan especial.

En fin, que hay que echar para adelante y buscar lo que uno quiere, si vale para ello, muy bien, sino, al menos no podrá decir que no lo intento. Además, la vida está hecha de experiencias y todas, sin excepción, merecieron la pena, al menos por el aprendizaje que nos dejaron.


Estadisticas web