Encrucijada de palabras

"Soy un individuo de una especie animal elevado por mis semejantes a la dignidad de ser humano". No sé de quien es la frase pero sí que es realista, por eso espero que a través de este espacio logre alcanzar algo de ese ser humano del que habla. Dicen que este nuevo medio de comunicación es aislacionista, que no fomenta el calor que te brinda una amistad, pero cuando quieres hablarle al mundo y no importa quién pueda escuchar, no importa que forma utilices, lo importante es conseguirlo.

04 diciembre, 2006

Venezuela. Elecciones Presidenciales 2006

El esperado día pasó. Este domingo los venezolanos elegían nuevo presidente. Para muchos la reelección de Chávez sería un hecho y motivo de alegría porque Venezuela estaría ratificando su fe por la revolución bonita y el socialismo del siglo XXI. Para otros esta era la última oportunidad de elegir un país nuevo sin Chávez. Ya muchos opositores están convencidos de que lo único que les queda es hacer sus macundales y emigrar a otros países. Algunos otros, los militantes políticos, piensan que hasta aquí llegaron. Se quedarán en Venezuela pero dejarán la política. Tiene miedo y prefieren vivir sin sobresaltos. La pregunta que se hace toda la oposición es ¿qué pasó? El problema es que la verdadera respuesta no la quieren escuchar. El país es tal y como lo reflejaron las encuestas. Venezuela está dividida en dos mitades: la que cree en el proyecto de país del teniente coronel y la que no. Venezuela elegía entre dos modelos de hacer política totalmente diferentes y optó por el socialismo cristiano abanderado por Hugo Rafael Chávez Frías. Pero como decía el país está dividido, en dos mitades prácticamente iguales. Y entonces, ¿en que falló la oposición, porque los resultados quedaron 61 a 38? Es algo que de simple es casi increíble y muchos opositores no pueden admitir esa realidad. Los chavistas no fueron a marchas ni actos masivos, pero si hicieron lo más importante: ir a votar. La oposición lleno calles y avenidas apoyando a Rosales, gritando que iban a ganar, pero no recordaron lo más importante: si no votas, no cuentas. Y muchos de ellos, sobre todo la clase media que tan preocupada dice que está por el rumbo que está tomando Venezuela, no votó. La democracia se basa en el voto y eso parece que la oposición no lo termina de entender. Por el momento, y con el 78% de las actas escrutadas, la abstención se ubica en el 25%. De hecho 3.215.671 de venezolanos se abstuvieron; mientras que 3.715.292 votaron por Rosales (¡prácticamente los mismos con sólo 500 mil votos de diferencia!). Para los curiosos Chávez sacó 5.936.141 de votos. Pero volvamos a lo nuestro, porque hay otros factores que tampoco se pueden desechar, y el miedo es uno de ellos: hay muchos casos de gente que quería votar por la oposición pero que estaba pendiente de un trabajo por el gobierno, de un crédito o que era funcionario publico y que al verse frente a la maquina de votación reculó y le dio su voto a Chávez. Y es comprensible muchos dirían: “tengo que llevar comida a mis hijos. No puedo arriesgarme a votar por Rosales, que pierda y yo me quede sin trabajo o sin crédito”. Otra cuestión importante es la del poder de movilización. En Venezuela hay mucha gente impedida, que vive en barrios o simplemente muy lejos del centro de votación y que no van a ir a votar si no les llevan hasta la misma puerta de su colegio electoral. El oficialismo tuvo la capacidad de movilizar a todos sus simpatizantes que se encontraban en esta situación, la oposición no. Ahora lo que queda es: a los oficialistas implementar ese modelo al que han llamado Socialismo del Siglo XXI y ver qué respuesta tiene en la sociedad; a los opositores medir muy bien sus actos y palabras para que esa unidad que han logrado en estos meses, y que ya significa un triunfo, no se desmorone. Si esa unidad se rompe deberán comenzar otra vez de cero y eso significaría una gran derrota. Tiene que mantener la unidad dentro de las individualidades de cada partido político, pero no pueden dejar que el pueblo que creyó en ellos deje de luchar y tener esperanza porque eso sería una hecatombe para la oposición, de la cual tal vez no podrían recuperase tan rápidamente como en el referéndum. Por último diré que es para meditar el hecho de que los resultados sean muy parecidos a los del referéndum y que Chávez en vez de mantenerse o perder votos, los ha ganado. Durante sus ocho años de gobierno sus numeritos, en vez de menguar, han ido in crecento, ¿por qué será?


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