Mujer contra mujer
Hoy os cuento acá un hecho curioso que ocurrió en diciembre y que quiero rescatar porque, a pesar de que es algo que ocurre en gran parte del globo terráqueo, a mi no deja de impresionarme. Además, que sea una cosa normal en la mayoría de los países, no quiere decir que sea lo correcto. La cuestión es que días hasta de irme a España ocurrió un hecho de lo más insólito cuando iba paseando por Chacaíto, tanto por la reacción de las personas que allá se encontraban como por la actitud de las interesadas (no porque sean unas provocadoras o no tengan derecho a expresarse en público, sino porque en Venezuela todas estas cuestiones son bastante tabú y en los espacios públicos estas demostraciones de afecto suelen ser reprimidas). Como decía iba caminando por Chacaíto cuando dos chicas jóvenes y buenas mozas me adelantaron. Iban las dos muy juntas rodeando sus cinturas con sus brazos, como lo hacen normalmente las personas enamoradas, sintiéndose, complementándose. El problema es que ellas eran dos mujeres, y dos mujeres para muchos, no tiene derecho a enamorarse porque es una acto contra natura. La reacción de la gente fue alucinante. Se volvía, las seguían con la mirada, susurraban a sus amistades si éstos no se habían percatado de la situación, hacían gestos desaprobatorios e incluso las decían: "Aquí tenéis un buen macho. Eso es lo que necesitáis".
Una cosa curiosa en todo esto es que, aunque en muchas partes del mundo, la homosexualidad sea totalmente reprobada y condenada, el amor entre mujeres es aún peor visto que el de los hombres, hasta en eso las mujeres estamos en inferioridad de condiciones. Estas dos chicas se atrevieron a mostrar su amor y sus sentimientos en público y esa osadía les costó miradas y comentarios desagradables. Por suerte no hubo agresiones ni nada de ese tipo, esa puede ser una esperanza para los homosexuales, tal vez, en un futuro no muy lejano, su amor no sea visto como un delito, como una aberración.
Es preocupante que mientras la sociedad se normaliza ante la violencia y la tortura a través de películas, series de televisiones, penas de muerte, prisiones como la de Guantámano, ahorcamientos televisados que incitan a los niños a imitarlo (por qué no, para ellos es algo normal) y mueren en le intento; el amor, en todas sus formas (heteros, gays y lesbianas) mientras sea consentido y entre adultos, es un valor en constante devaluación.