Barcelona

Sigue siendo 9 de enero porque como podéis ver ese día nos dio mucho de sí y recorrimos una buena parte de los sitios emblemáticos de Barcelona. Después de ver el Barrio Gótico, visitar el Parque Guell, y admirar la Sagrada Familia decidimos volver paseando al hotel y así poder caminar por el Paseo de Gracia y las ramblas, pues nuestro hotel esta a pocos metros de la Estatua de Colón y el Maremagnúm.

Esto es en la azotea del la Sala de las Cien Columnas, en ella ahí un banco que la rodea y emula la forma de las olas, está decorado con las características teselas de Guadí y desde allí se puede contemplar una bella vista de la ciudad.

Víctor en el mismo lugar, pero más repanchingado que yo. La verdad está como en el salón de su casa, claro que ya le gustaría tener un salón con esa vista ¿A quién no?

Sí Penélope, en este justo momento estaba hablando contigo para darte mi dirección y así poder enviarme el paquete que querias mandar a Asnel. Y viendo la foto, es lógico que te murieses de envidia cuando te dije donde estaba.

Esta es la casa donde se hospedó Gaudí mientras construía el parque. Residió en este bonito edificio justo antes de trasladarse a vivir definitivamente a la Sagrada Familia, donde murió cuando fue atropellado por un tranvía.

En un rinconcito del parque, debajo de uno de los puentes que comunican unos niveles con otros.

Otro de los puentes de los que os estaba hablando. Esta foto nos la hicieron una venezolana, que casualida, ¿eh? En la parte alta del parque está la casa de Guell, el hombre que mandó a Gaudí construir esta belleza arquitectónica que es el Parque Guell.

Después de allí nos dirigímos hacia la Sagrada Familia, como ya era tarde antes de entrar decidimos comer por allí cerca. Encontramos unos chinos, como no podía ser de otra forma, y allá nos metimos. Para beber, pedimos cerveza china y la verdad, no estaba del todo mal, claro, para ser china.

La magnífica fachada del Nacimiento en la Sagrada Familia. Esta fachada es la parte de la obra que Gaudí deseaba dejar terminada como muestra y ejemplo para sus continuadores, ya que él, muy a su pesar, tuvo que aceptar que era imposible llegar a realizar una obra de esta envergadura en el corto periodo de una vida.

Los motivos relacionados con la naturaleza están representados en toda la obra de Gaudí. Como esta tortuga, que sirve de base para una de las columnas de la fachada del Nacimiento.

Nada más entrar a la Sagrada Familia nos dirigimos a los ascensores que te llevan a lo más alto de las torres, para luego comenzar a descenderlas desde sus misma entrañas.

Esta es la parte más alta de las torres de la fachada del Nacimiento a la que se puede subir, o por lo menos a la que te dejan subir. Aunque como podéis ever aún queda un trecho hacía arriba para llegar a la cima. Así todo y debido a la magnificencia de la Sagrada Familia y la altura que alcanzan sus pináculos, estabamos a una altura bastante considerable.

Detalle del final del árbol que se puede observar en la fachada del Nacimiento visto desde lo alto.

Interior de las torres construidas por Gaudí.

Uno de los balcones que hay en las torres de la fachada del Nacimiento, desde allá hay una impresionante vista de los miles de detalles que adornar la fachada del Nacimiento, así como de la parte nueva, la de la fachada de La Pasión.

Escalera de caracol en la base de las torres, desde la que se accede directamente al interior de la Sagrada Familia.

Fachada de La Pasión, como se nota a simple vista está se hizo después de la muerte de Gaudí, aunque siguiendo los planos que dejó.

Detalle de un altorelieve de la Fachada de la Pasión.

Columnas del pórtico de la Fachada de la Pasión.

Igual, pero con Víctor.

En el interior de la Sagrada Familia hay un museo de Gaudí con todo lo relativo a la construcción de la Sagrada Familia, pero también relacionándola con otras de sus creaciones, como el Capricho de Gaudí de Comillas (Cantabria). Aquí se pueden ver los azulejos de girasoles tan característicos del Capricho.

En la capilla que está en el subsuelo de la Sagrada Familia, a uno de sus lados, se encuentra la tumba en donde está enterrado Antonio Gaudí.

Durante nustra caminata por el Paseo de Gracia nos paramos a contemplar otra de las obras de Gaudí: la Casa Batló, de una belleza impresionante. Al día siguiente ibamos a entrar, pero 17,5 euros de entrada nos parecía excesivo. Si la hubiesemos visto por dentro supongo que habríamos quedado admirados de su espectacularidad.