Tras la entrega de la petición de derecho a réplica en la Asamblea Nacional, donde varios diputados oficialistas les habían acusado de "golpistas", Ismael García consignó el documento en el Parlamento donde se estableció el día 7 de junio de 2007 para que los estudiantes venezolanos, tanto los que estaban protestando en las calles como los que eran contrarios a esta postura -afines al chavismo- fueron hasta el hemiciclo para defender sus posturas. Yo ese día no fui a cubrirlo al Parlamento pero aquí pongo unas fotos de "Globovisión" y "El Nacional".
Los jóvenes pertenecientes al movimiento estudiantil que durante las semanas previas habían tomado las calles de Caracas en señal de protesta llegaron al hemiciclo vistiendo camisetas rojas (color del chavismo por excelencia).
Douglas Barrios, estudiante de economía de la Universidad Metropolitana, fue el encargado de representar a sus compañeros en el hemiciclo. En una intervención de algo más de 10 minutos expuso de forma clara, directa y sin tapujos los argumentos y reivindicaciones de este movimiento estudiantil.
La última parte del discurso de Barrios fue "los estudiantes sí estamos armados, pero con conciencia, paz, corazón, carácter, solidaridad, alegría, optimismo y unidad. Somos una generación dispuesta a empezar de cero, una generación para forjar el país que queremos ser y que debemos ser. Una generación que luchará hoy, mañana y siempre por ser libres y verdaderamente humanistas. Soñamos con un país donde podamos ser tomados en cuenta sin tener que estar uniformados. No hay más nada que decir, nos retiramos por ahora”. Acto seguido él y toda la delegación estudiantil que lo acompañaba se quito la franela roja que llevaba puesta en rechazo a la discriminación gubernamental, donde para ser tomado en cuenta hay que vestir de rojo, el color de la revolución.
Después de esta intervención le toco el turno a Andreína Tarazón, estudiante de derecho de la Universidad Central de Venezuela y representante del sector oficialista, quien utilizó su intervención para dar un discurso claramente politizado, durante el cual no se centró en la lucha estudiantil, sino que disertó sobre la democracia, criticando duramente la democracia burguesa y realizando una extensa loa a la democracia participativa del presidente Chávez.
Tras esto Yon Goicoechea, estudiante de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello, usó su derecho a palabra para decir que ellos ya habían realizado su exposición y procedían a retirarse, lo que desencadenó una airada protesta por parte de la presidenta de la Asamblea Nacional Cilia Flores.
La decisión de no realizar un debate con los estudiantes pro oficialistas fue criticado por muchos, aunque los jóvenes defendieron su medida argumentando que la discusión se debía dar en las universidades, los barrios y los pueblos de Venezuela, no en el Parlamento. Además no iban a permitir que los diputados marcasen la agenda de su movimiento y no querían prestarse a un debate donde no se iba a hablar del movimiento estudiantil, sino que iban a fungir de políticos desde la tribuna parlamentaria, juego en el que ellos no iban a caer porque no son políticos.
Al retirarse de la Asamblea tuvieron que ser escoltados por los funcionarios de seguridad y sacados en furgón policial.