La madre tierra, la tierra madre o la madre patria
La playa de El Sardinero vista desde El Chiqui a media mañana
Yo más humilde soy, y sólo quiero que la ola que surge del último suspiro de un segundo, me transporte mecido hasta el siguiente
Como diría Rubén Blades: ruge la mar embravecida
La playa El Camello, ahora entendéis porque se llama así, ¿verdad? Aunque realmente tendría que llamarse dromedario, que son los que tienen una sola joroba, mientras los camellos tienen dos.
Y es que hasta en diciembre hay cantabrones que se animan a pegarse un chapuzón en las frías aguas del Cantábrico.
Huellas en la arena.
A que nunca os habíais parado a observar un banco desde esta perspectiva
El faro de la isla de Mouro, una de las nueve luces guía que aleja a los barcos de las costas cántabras.
El Mar del Cantábrico, el padre de las aguas que baña nuestras costas.
No me podrás que los pollos de mi abuela son bien hermosos y rollizos, había más, pero fueron al puchero en Navidad.
Mira, mira bien de cerca uno de estos maravillosos y adorables pollitos.
Mi limón, mi limonero... que imágenes sugerentes da.
Los recodos de la huerta de mi abuela, me regalan imágenes y momentos como este.