Encrucijada de palabras

"Soy un individuo de una especie animal elevado por mis semejantes a la dignidad de ser humano". No sé de quien es la frase pero sí que es realista, por eso espero que a través de este espacio logre alcanzar algo de ese ser humano del que habla. Dicen que este nuevo medio de comunicación es aislacionista, que no fomenta el calor que te brinda una amistad, pero cuando quieres hablarle al mundo y no importa quién pueda escuchar, no importa que forma utilices, lo importante es conseguirlo.

14 mayo, 2008

Durante... Así que pasen cinco años... Adrenalina

El gran día llegó y el miércoles 30 de abril a eso de las ocho y cuarto de la noche presentamos la obra “Así que pasen cinco años”, de Federico García Lorca, en el Teatro Escena 8 de Caracas.

La verdad es que llegar hasta ahí no fue fácil, pero si muy grato y divertido, fueron 8 meses de preparación, los primeros dedicados a hacer ejercicios para conocer las técnicas teatrales, la aproximación a los personajes, las técnicas de voz, el espacio escénico, la improvisación, … y los cuatro últimos metiéndonos de lleno en la obra, creando nuestro personajes, ensayando, arrechándonos, riéndonos, compartiendo horas y horas de ensayo que poco a poco nos fueron convirtiendo en una gran familia.

El día antes quedamos en vernos a las dos de la tarde para hacer el ensayo general y el ensayo técnico, para cuadrar las luces y hacernos con el espacio escénico, ya que era la primera vez que ensayábamos en el teatro. La Beba, que tenía un problema en la boca y estaba tomándose de todo para que se la pasase el dolor y hacer la obra chévere, nos dio a todos unas gotas de propolio que hace su tío en la Gran Sabana, es natural y es buenísimo para catarros, resfriados, problema bucales y un poco de todo, además te activa, así que teóricamente eso nos iba a ayudar a estar lo más pilas posible. Eso sí, sabía horriblemente mal, aunque para La Beba eso era lo más divertido del asunto.

Después de esto, y aunque Andrea fue la única que se negó a probar la broma esa del propolio a pesar de nuestra insistencia, estábamos ya vestidos, maquillados y calentando nuestros cuerpos cuando de repente se fue la luz, primero estábamos a la expectativa, preguntándonos qué había pasado; pero minuto a minuto nos íbamos poniendo algo más nerviosos. Decidimos hacer el ensayo, aunque fuese a oscuras, pero a mitad de la obra paramos, no servía de nada pues apenas veíamos. Las informaciones iban llegando, no era un fallo eléctrico del teatro, era de toda la zona, después el apagón era en toda Caracas y más tarde nos informaron de que se había dado en 13 estados del país. Os podéis imaginar que los nervios iban en aumento, de seguir así tendríamos que hacer el ensayo general el mismo día del estreno. Ya desesperados, yo, en lo particular, fumando como un carretero, decidimos que era ya muy tarde y que la zona no estaba muy bien comunicada así que nos iríamos. Cuando ya estábamos todos vestidos y listos para irnos, no os lo vais a creer, volvió la luz. Eran las seis y tanto de la tarde. Sólo teníamos hasta las ocho, pues a esa hora el teatro cerraba, así que vuelta a cambiarnos y a calentar para por fin hacer el ensayo general. El técnico no pudo ser por cuestiones de tiempo, así que el día siguiente, día de estreno, deberíamos llegas a las 2 de la tarde para cuadrar todo lo concerniente a las luces.

Ese día estaba en el trabajo atacada, haciendo todo lo más rápido posible y mirando constantemente le reloj para poder llegar al teatro a las dos de la tarde. Una vez allí, y después de volver a tomar nuestra dosis de propolio, todo pasó muy rápido, el vestirnos y maquillarnos, el ensayo, los minutos de descanso, la concentración previo al estreno, la llegada de la gente. Sin darnos cuenta eran las 8 de la tarde y la gente ya estaba entrando en la sala. Nosotros, detrás del telón, estábamos esperando el primer timbre: la gente está entrando; el segundo timbre: todos preparados; el tercer timbre: se abre el telón.

Primer timbre, todo bien, seguimos calentando; segundo timbre, los nerviosos comienzan, todos a nuestros puestos para la coreografía inicial (la obra tiene una gran carga de expresión corporal, algo que, por cierto, gustó mucho a la gente); tercer timbre, el tercer timbre no sonaba, Jorge vino a decirnos que tardaría un poco, que no nos preocupásemos, antes teníamos el miedo típico al tercer timbre, después de unos minutos, deseábamos que sonase cuanto antes, y por fin sonó.

Todos en nuestros puestos, el telón se levantó y la función comenzó. No os puedo explicar cómo se sintió, la adrenalina, la emoción, la conexión con el público, lo bien que se siente cuando estás actuando y la gente siente esa empatía contigo, y se ríe contigo, como sientes que lo estás haciendo bien, que la energía del los espectadores te llega y te hace interpretar a tu personaje como nunca lo habías hecho. Lo bien que se siente cuando tienes que improvisar y ves que el público ni siquiera lo ha notado. Es tal la emoción y la adrenalina que derrochas que la obra que duró una hora y cuarenta y cinco minutos a nosotros se nos pasó volando, en menos que canta un gallo estábamos de nuevo en nuestra posición inicial, haciendo un dibujo corporal con todos los personajes. Y las luces se apagan, y vuelven a encenderse, y comienzan los aplausos, los aplausos para nosotros, para todo este esfuerzo. Y cada uno tiene su momento de gloria individual, unos aplausos sólo para él. Y después viene la entrega de lo diplomas. Y todo se acaba, y vienen los besos, los abrazos entre nosotros, las felicitaciones, el subidón. De ahí a cambiarnos y salir a encontrarnos con nuestra familia y nuestros amigos, que nos llenan de agasajos. La verdad es que fue una noche muy especial, más aún cuando mis padres vinieron de España para verme y compartir conmigo este momento. Después, familia y amigos nos fuimos a comer algo, a una arepera, por supuesto. De ahí, Víctor me dejó en El Maní, un bar de salsa con todo el tiempo del mundo en Caracas, donde habíamos quedado con Luis Alberto y Jorge, para todos juntos celebrar el estreno. Ni falta hace decir que ese día amanecimos de fiesta.

Bueno, aquí os pongo las fotos para que, quien no pudo disfrutar de ese día conmigo, al menos pueda imaginarse como fue todo y la emoción vivida.


Así que pasen 5 años. La leyenda del tiempo


Coreografía


Por eso hay que volar


Miau


El lagarto y la lagarta


Y cantaba una canción...


Me dejarás muerta por las orillas


Están recién cortadas


Sí; me dio la mano


Quiero ponerme negra


Ese hombre me insultará


Una mano fría


Siento que se me olvidan hasta las letras


Déjame


Debe estar ya al comienzo


Mi anillo, señor, mi anillo


Ella esperaba desnuda


¿Y si mi niño no llega...?


¿Quién lo dice, quién lo dirá?


Vamos, toca. Toco


Novio, ¿dónde estás?


No tanto gritar


Cuénteme, cuénteme


El conde también tardará enseguida


¿A casa?


Estoy tan alta


Mi corazón


Muerte


Se cerró el ciclo


Lo hicimos


Aplausos para nuestros gurús en las artes teatrales


Abrazada a Jorge, tras entregarme el título del taller de teatro


Con Víctor


Gracias a todos

Antes de... Así que pasen cinco años... Nervios

Bueno, como lo prometido es deuda acá os dejo las primeras fotos del día del estreno de la obra de Federico García Lorca, "Así que pasen cinco años", que estrenó el Grupo Delphos el 31 de abril de 2008 en el Teatro Escena 8 de Caracas a las 8 de la tarde.

Como decía la reseña que apareció en El Nacional ese día, ésta es una de las obras inmontables de Lorca, ya que es una de las últimas que escribió, de hecho hay quien piensa que está inacabada. Además se trata de un texto surrealista, muy onírico y lleno de símbolos, una obra muy vanguardista para su tiempo que reflexiona sobre el paso del tiempo y la espera. Aunado a eso Luís hizo un montaje muy minimalista, sin escenografía ni vestuario, sólo unos pocos elementos que identificarán a cada personaje y el maquillaje, aunque el maquillaje era para todos el mismo. Lo que pretendía era demostrar que un actor no necesita ni decorados, ni trajes para hacer llegar el personaje que interpreta al público; que un actor, si tiene bien trabajado su personaje y domina las técnicas teatrales, en definitiva, si es un buen actor, sólo necesita su voz, su cuerpo y un pequeño elemento identificativo de su personaje, para transmitir la magia del personaje al público, para que su actuación llegue.

Como entenderéis, nosotros, pequeños pichones de actores, que debutábamos por primera vez en las tablas, estábamos un tanto asustados, demasiadas complicaciones para nuestra primera vez, pero al mismo tiempo, nos sentíamos burda de dichosos, nos hacía sentirnos muy bien, muy especiales incluso, que nuestro director nos tuviese tanta confianza como para pedirnos un tan alto nivel de exigencia. Menos mal que, a juzgar por los resultados, parece que lo conseguimos. Y esa magia del teatro, que sólo logras entender cuando te has subido, aunque sea una vez en tu vida a las tablas y te has enfrentado con ese gran monstruo que es el público, ya se nos ha incrustado en lo profundo del alma. No os digo más que el lunes pasado iniciamos el segundo taller, esta vez, vamos directamente con le montaje, que es un texto de nuestro profesor Jorge y, según lo poco que nos ha explicado, tiene toda la pinta de que va a ser arrechísimo.

Bueno, basta de charla, acá os voy a ir poniendo poco a poco las fotos de la obra, aunque hoy empiezo con las de los momentos antes del estreno, es decir, nervios, nervios y más nervios. Por cierto, hicimos una segunda función al martes siguiente en el teatro de la Casa de la Cultura de Baruta, ese día estaba incluso más nerviosa, La Beba no podía estar con nosotros y tuve que asumir sus papeles y los míos. Ese día nos paso algo curioso, la segunda función es como la que más se teme, has tenido un buen estreno y ahora te toca hacer la función para ti mismo, disfrutar la máximo, y nosotros creíamos que nos había salido peor que la primera vez, pero Luís subió al camarerito muy contento cuando acabamos la función a felicitarnos. Habíamos superado la segunda prueba, además nadie, absolutamente nadie del público nos conocía, por lo que tampoco nos debían nada, y se habían reído y la habían disfrutado mucho.


Perro, la primera foto y ya tenemos cara de susto


El arlequín ronronea con la gata


Un jugador de rugby muy delicado, ¿no?


La novia, el joven y una manzana... deseo imposible


Gonzalo, nuestro maniquí


Haciendo el ganso para disimular los nervios


Con el prota


Estadisticas web