Laura, la fotógrafa dicharachera

Como os comenté, bueno creo que os lo conté, si no hoy os dais por enterados, hace menos de un mes comencé a trabajar en prensa y la verdad es que las cosas me van bastante bien. El ajetreo diario, las convocatorias, las ruedas de prensa, dan más vidilla que monitorear noticias, eso es obvio. Pero es que además, por casualidades de la vida, me han asignado el puesto de fotógrafa oficial, ¿qué tal? Quién me lo iba a decir a mí, pero mira, la vaina me gusta, además este nuevo curro hace que tenga que ir a todos los sitios donde va el candidato y eso me da la posibilidad de conocer realidades que de otra forma tal vez nunca hubiese tenido la oportunidad. Desde las humildes casitas en las que tienen que vivir las gentes más pobres en los barrios, hasta los recovecos del poder. Desde las reuniones más decisivas, hasta la entrega de regalos a los niños más necesitados en su día. La verdad es que no está nada mal, y encima la política aquí es mucho más movida e interesante que allá. Aquí no hay ni un minuto de tranquilidad, siempre pasa algo en el país que tiene una gran relevancia tanto nacional como internacional. Así que no me puedo quejar, estoy experimentando, aprendiendo y divirtiéndome una barbaridad con esta nueva faceta mía de fotógrafa dicharachera, jajajajaja. Ya decía yo que está faceta mía de ser la japonesita fastidiosa con una cámara siempre a cuestas a los viajes a los que iba me iba a dar mis frutos, jejejeje. Y encima de todo, ME PAGAN POR ESO!!!!!!