El retorno: Lo cotidiano en lo mundano
Volver a casa después de cuatro años y medio al otro lado del Atlántico es una sensación por demás extraña. El hijo pródigo se suele hacer la falsa ilusión de que todo sigue igual a pesar de que su propia vida ha dado un giro de 360 grados. Aún así, en lo más recondito de su inconsciente aún queda ese reducto de pensamiento, pero el tiempo no se detiene y aquel que regresa se da cuenta rápidamente de que ese panorama idílico ha cambiado. La primera pista de esta nueva realidad a su alrededor es casi instantánea, el tema de las conversaciones ha cambiado radicalmente: hipotécas, hijos, trabajo,... son los primeros síntomas que le hacen volver al mundo terrenal para darse cuenta de que se ha hecho mayor, o al menos todos los de tu alrededor han avanzado, mientras que él, que también ha crecido, lo ha hecho en la dirección opuesta. Ahora la tarea que le queda no es sencilla, volver a reconectar con ese nuevo sistema del que se alejó. Así todo no está demasiado preocupado, sabe que aunque todo ha cambiado, todo sigue igual y los amigos pase lo que pase, siempre van a estar ahí, igual no tanto como antes porque ahora tienen más responsabilidades, pero lo que le tranquiliza es que no tiene ninguna duda de que si algo le pase sólo tiene que levantar el teléfono y marcar.
5 Comments:
No hace falta tener a los amigos pegados como lapas, lo que hace falta saber es que cuando les necesites estaran a tu lado. Y te puedo asegurar que siempre que nos necesites estaremos a tu lado.
Barb.
Bienvenida a la tierruca, cordera. Estuve con Sergio la semana pasada. Pensamos en organizar una cena de navida o algo no??? Este año no me la pierdo.
Bss.
Nuria
Navidá o navidad, da igual jeje
Navidá o navidad, da igual jeje
"... para darse cuenta que se ha hecho mayor ..." No tiene nada que ver con "... darse cuenta que te has hecho viejo".
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