Encrucijada de palabras

"Soy un individuo de una especie animal elevado por mis semejantes a la dignidad de ser humano". No sé de quien es la frase pero sí que es realista, por eso espero que a través de este espacio logre alcanzar algo de ese ser humano del que habla. Dicen que este nuevo medio de comunicación es aislacionista, que no fomenta el calor que te brinda una amistad, pero cuando quieres hablarle al mundo y no importa quién pueda escuchar, no importa que forma utilices, lo importante es conseguirlo.

14 mayo, 2008

Antes de... Así que pasen cinco años... Nervios

Bueno, como lo prometido es deuda acá os dejo las primeras fotos del día del estreno de la obra de Federico García Lorca, "Así que pasen cinco años", que estrenó el Grupo Delphos el 31 de abril de 2008 en el Teatro Escena 8 de Caracas a las 8 de la tarde.

Como decía la reseña que apareció en El Nacional ese día, ésta es una de las obras inmontables de Lorca, ya que es una de las últimas que escribió, de hecho hay quien piensa que está inacabada. Además se trata de un texto surrealista, muy onírico y lleno de símbolos, una obra muy vanguardista para su tiempo que reflexiona sobre el paso del tiempo y la espera. Aunado a eso Luís hizo un montaje muy minimalista, sin escenografía ni vestuario, sólo unos pocos elementos que identificarán a cada personaje y el maquillaje, aunque el maquillaje era para todos el mismo. Lo que pretendía era demostrar que un actor no necesita ni decorados, ni trajes para hacer llegar el personaje que interpreta al público; que un actor, si tiene bien trabajado su personaje y domina las técnicas teatrales, en definitiva, si es un buen actor, sólo necesita su voz, su cuerpo y un pequeño elemento identificativo de su personaje, para transmitir la magia del personaje al público, para que su actuación llegue.

Como entenderéis, nosotros, pequeños pichones de actores, que debutábamos por primera vez en las tablas, estábamos un tanto asustados, demasiadas complicaciones para nuestra primera vez, pero al mismo tiempo, nos sentíamos burda de dichosos, nos hacía sentirnos muy bien, muy especiales incluso, que nuestro director nos tuviese tanta confianza como para pedirnos un tan alto nivel de exigencia. Menos mal que, a juzgar por los resultados, parece que lo conseguimos. Y esa magia del teatro, que sólo logras entender cuando te has subido, aunque sea una vez en tu vida a las tablas y te has enfrentado con ese gran monstruo que es el público, ya se nos ha incrustado en lo profundo del alma. No os digo más que el lunes pasado iniciamos el segundo taller, esta vez, vamos directamente con le montaje, que es un texto de nuestro profesor Jorge y, según lo poco que nos ha explicado, tiene toda la pinta de que va a ser arrechísimo.

Bueno, basta de charla, acá os voy a ir poniendo poco a poco las fotos de la obra, aunque hoy empiezo con las de los momentos antes del estreno, es decir, nervios, nervios y más nervios. Por cierto, hicimos una segunda función al martes siguiente en el teatro de la Casa de la Cultura de Baruta, ese día estaba incluso más nerviosa, La Beba no podía estar con nosotros y tuve que asumir sus papeles y los míos. Ese día nos paso algo curioso, la segunda función es como la que más se teme, has tenido un buen estreno y ahora te toca hacer la función para ti mismo, disfrutar la máximo, y nosotros creíamos que nos había salido peor que la primera vez, pero Luís subió al camarerito muy contento cuando acabamos la función a felicitarnos. Habíamos superado la segunda prueba, además nadie, absolutamente nadie del público nos conocía, por lo que tampoco nos debían nada, y se habían reído y la habían disfrutado mucho.


Perro, la primera foto y ya tenemos cara de susto


El arlequín ronronea con la gata


Un jugador de rugby muy delicado, ¿no?


La novia, el joven y una manzana... deseo imposible


Gonzalo, nuestro maniquí


Haciendo el ganso para disimular los nervios


Con el prota


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