De teatros, personajes y actores

Este fin de semana, concretamente el sábado, me acerque con Víctor hasta el teatro para ver una obra muy personal de la actriz Francia Rueda, de hecho así se llamaba el espectáculo "Encuentro con Francis Rueda". La pena es que ya estaba en sus últimas funciones pero si alguna vez tenéis la oportunidad de verla, no la perdáis. Es una puesta en escena íntima, sin decorado, ni ambientación, es un recorrido por el proceso actoral de meterse en el personaje, de la evolución interior que se debe de hacer para entender al personaje. En una hora ella demuestra su gran versatilidad, no en vano lleva más de 40 años sobre las tablas, al interpretar unos 7 personajes de toda índole, dramáticos, atormentados, patéticos, cómicos,.... además de interpretarse a sí misma. Es impresionante ver la capacidad que tiene para introducirse en un papel con tanta rapidez, y ya no sólo eso, cambiar de uno a otro a un ritmo trepidante. Cómo ella misma dice ser actor es un ir y venir tomando vidas prestadas, como estando a la caza de ánimas en pena. De hecho, ella se mete en cada personaje poniéndose unos mínimos accesorios (sobre todo ropa) que la identifiquen con él y al finalizar la obra ves que todos esos accesorios han quedado regados por el piso cada vez que Francis se despojaba de un personaje.

Pero como ella misma dice en uno de sus monólogos, que parezca fácil no quiere decir que lo sea. Ya que cada recreación de un personaje, cada insuflo de vida que se le da, lleva consigo un estudio, ya sea histórico, ambiental, modal.... incluso un estudio de la tonalidad de la voz que se va a poner en cada palabra, cada movimiento físico que se va a hacer, son horas frente a un espejo buscando dar con el alma del personaje. Todo ello tiene mucho de niño, de querer ser otra, persona, de querer vivir otras vidas, que te hagan sentir emociones que, de otra forma, tal vez nunca sentirías.

En fin, fue una clase magistral de cómo construir un personaje y de qué es ser actor.

Me encantó, nos encantó.

Bueno os lo voy a confesar, también estoy tan fiebrua con esto de los personajes, la interpretación y el teatro porque, junto a Víctor, me he apuntado a un curso de teatro. Ya os iré contando, la verdad es que las primeras clases han estado de pinga. Y creo que es algo importante, ya no sólo para aquel que le guste la interpretación, sino también para redescubrirse a uno mismo y para tener mayor consciencia de nuestro recursos, que también pueden ser aplicados en la vida cotidiana, como saber hablar y expresarse en público, saber sacar partido a nuestra expresión corporal, en fin, mil cuestiones que te ayudan a tener más confianza en tí mismo y a enfrentar tus miedos.