Encrucijada de palabras

"Soy un individuo de una especie animal elevado por mis semejantes a la dignidad de ser humano". No sé de quien es la frase pero sí que es realista, por eso espero que a través de este espacio logre alcanzar algo de ese ser humano del que habla. Dicen que este nuevo medio de comunicación es aislacionista, que no fomenta el calor que te brinda una amistad, pero cuando quieres hablarle al mundo y no importa quién pueda escuchar, no importa que forma utilices, lo importante es conseguirlo.

20 agosto, 2007

El teleférico más largo del mundo

El 4 de septiembre de 2005 fuimos al teleférico de Mérida, el más largo y alto del mundo. Tiene una longitud total de 12, 5 kilómetros y sube desde los 1.577 metros de su estación inicial hasta los 4.765 metros de su última estación, dejando al visitante a escasos metros del pico más alto de Venezuela. El Pico Bolívar a 5.007 metros de altitud, donde hay un busto de bronce de El Libertador. Como os podéis imaginar el trayecto no se puede hacer de una vez y en cada uno de sus tres estaciones intermedias el visitante se tiene que bajar para ir aclimatándose a la altitud. Así todo hay muchas personas que sólo llegan a Loma Redonda (4.045 metros), su penúltima estación. Hay que ir abrigado, nosotras no traíamos la ropa necesaria y por si acaso nos llevamos una manta del hotel (sí, ya sé, un poco surrealista, pero si llega a haber hecho más frío nos hubiese venido de perlas). Bueno, aquí les dejo algunas de las fotos que hicimos desde las alturas merideñas.

Acá estoy en la segunda estación, La Montaña, a 2.436 metros sobre el nivel del mar. Es una estación bonita, donde hay un Parque de juegos para los niños, pues el clima aún es cálido y hay unas maravillosas vistas de la vegetación la rodea.

Esta es una de esas alucinantes vistas que te regala la segunda estación.

Acá, desde otra perspectiva que nos da la estación "La Montaña", desde se puede observar que el cielo estaba un poco nublado y donde podemos observar la ciudad de Mérida desde las alturas.
Acá estoy en la tercera estación, en Loma Redonda, donde las paradas son un tanto más largas por lo que aprovechamos a comer un delicioso pizco andino, estaba demasiado bueno, calentito que nos servirá para reponer fuerzas prepararnos a subir a Pico Espejo, la cima del teleférico.

Esta es una foto tomada desde la tercera hasta la última estación, como veis el clima no acompañaba mucho, pero lo pasamos de miedo. Lo malo es que subimos un poco tarde, hay que intentar hacerlo a primerísima hora o tener ya el boleto comprado para ahorrarse las colas en taquilla, porque a esas alturas el cielo se encapota rápido y nosotras nos perdimos unas vistas más claras y diáfanas de Mérida a 4.765 metros de altura.

Lo conseguimos, Pope y yo coronamos la cima y está es la prueba de ello. Este monumento a la Virgen de las Nieves está en Pico Espejo, también hay un mirador desde donde se puede ver, en días despejados, el Pico Bolívar. Nosotras si lo vimos pero con algo de dificultad, allí arriba si que se notaba el frío así que no pudimos quedarnos mucho tiempo en esa estación. Si vais en época de mejor tiempo creo que uno debería bajar de Pico Espejo sin haber dado un paseo (aunque sea breve) por sus alrededores, pues allá arriba se disfruta de una calma que no es fácil de conseguir, y más en estos tiempo.

Una última foto entre los riscos de Pico Espejo antes de comenzar a bajar de nuevo.

Otra vez en Loma Redonda decidimos dar una vuelta a caballo por esos lares, los precios son muy, muy económicos. De hecho ir a los Nevados, que es un pueblo que está a 4 horas en mula y al que nosotras no pudimos ir porque al día siguiente emprendíamos el regreso y no nos daba tiempo, cuesta 10.000 bolívares, unos 3,7 euros al cambio oficial. Los cortos, como el que hicimos nosotras, de unos 40 minutos, creo recordar, cuestan 5.000. Claro que esos son los que le salen más rentables. De hecho yo le dije a Jairo que subieran los precios, con lo caro que es el teleférico si tienen para la entrada pueden tener un poquito más también para el paseo a caballo. Además, como el viaje largo es de 4 horas si alguien les dice para hacerle, ya no vuelve, pues serían otra 4 horas de regreso. Imagínate esa jornada laboral cuyo beneficio es de 10.000 bolos. No puede ser. Por cierto, Pope fue a los Nevados con su madre y una amiga tiempo después y me dijo que fue toda una experiencia, así que ahí tenéis otra posibilidad si algún día os decidís a conocer la Mérida venezolana.
Pope con Conejo (así se llama su rocín) y yo con Lucera (mi mulita bella) al fondo la Laguna anteojos. Aunque acá no se aprecia son dos lagunas unidas por el dentro de ahí que se la conozca por ese nombre.

Este es el final de nuestro trayecto, Pico Coloraditos, por ese camino de piedras que se ve al fondo se va hasta Los Nevados, nosotras, desafortunadamente tuvimos que emprender el regreso hasta Loma Redonda para agarrar el teleférico y bajar hasta Mérida sin poder conocer ese singular pueblo entre las montañas andinas.

Acá estoy despidiéndome de Lucera, nos parecemos un poco y todo, ¿no creéis? Al fondo Jairo, el arriero que nos sirvió de guía hasta Pico Coloraditos y al que yo insistí para que subiese sus tarifas, aunque creo que no lo conseguí. Si es que son demasiado buena gente estos andinos.


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