Mérida, la ciudad de los Caballeros

Después de mi visita relámpago a Coro, Pope y yo agarramos nuestros macundales y nos vamos con la música a otra parte, en este caso a Mérida, la ciudad andina por excelencia y también conocida como la Ciudad de los Caballeros. La ciudad recibió su nombre por el fundador Juan Rodríguez Suárez, quien la bautizó de este modo en honor a su ciudad natal, Mérida en Extremadura. Sin embargo, Juan de Maldonado la renombraría como San Juan de las Nieves. En 1559, volvió a cambiar el nombre, optando esta vez por Santiago de los Caballeros. Progresivamente, se fue adoptando la denominación Santiago de los Caballeros de Mérida, forma que combinaba las variantes con que se había designado a la ciudad hasta entonces.

Llegamos el 2 de septiembre de 2005, como a las 6.30 de la mañana, si no recuerdo mal, después de ir a la posada a dejar las cosa y darnos una ducha decidimos dedicar nuestro primer día a conocer la ciudad, el viaje nos había dejado algo cansada y preferíamos pasear tranquilamente por las calles meridenses y conocer sus lugares más emblemáticos.

Acá estoy en la Plaza Bolívar, junto enfrente de la Catedral, cuyo pórtico se ve al fondo. Este edificio religioso es bien bonito, de estilo gótico, fue construida a semejanza de la Catedral de Toledo, España.

Esta es la impelable foto en la Plaza Bolívar, lugar que existe en todos los pueblos de Venezuela, por muy pequeños que sean. Yo me he ido haciendo fotos por todas las Plazas Bolívar que he visitado, y son muchas, se lo aseguró.

Con Pope en la Plaza del Llano, cuando íbamos camino a la heladería más famosa del mundo. ¿Por qué? seguid leyendo y lo sabréis.

Acá estoy en la Heladería Coromoto, que podéis encontrar en el libro Guiness de los Records como la heladería con más sabores del mundo. Los hay para todos los gustos, yo me compré uno de caraotas (alubias negras), pétalos de rosa y plátano (pero el plátano grande, el que sirve para cocinar, no el cambur, como llaman acá al plátano que comemos en España). Mira, os diré que no estaba del todo más, creo que el que más me gusto fue el de caraotas. Eso si los hay de mil sabores y con mil nombre. De hecho hay uno que se llamaba agencia Efe.

En esta foto podéis ver los nombres de algunos de los helados que ofertan, eso sí los ingredientes, sólo por el nombre, son todo un misterio. Los hay hasta con sabores de cerveza, la cual les da su nombre "Cerveza Polar", pero pregúntame tú de qué esta hecho el helado "Amor de Media Noche" o "Eternamente Mía" o "Los Periodistas" o "Papi Salvaje".

Esta foto es a la puerta de la habitación de la posada donde nos quedamos, cerca del teleférico, pero no recuerdo su nombre. Por cierto, ese día, cuando paseábamos por la Plaza Bolívar nos paramos en un puesto Hippie que había y nos hicimos coleguitas del chico que lo atendía, quien nos contó sus andanzas por Latinoamérica y los secretos de la cultura y el calendario maya. Nos invitó a ir a su casa de la sierra merideña en la noche, donde daban una fiesta e iban a estar unos amigos suyos músicos. Lo malo es que no pudimos ir porque al día siguiente teníamos que madrugar para ir al páramo y como su casa estaba por la sierra y la como la noche prometía ser larga y animada no se comprometía a bajarnos de nuevo a Mérida a tempranas horas de la mañana.