Socialismo, democracia y oposición venezolana
Desde hace tiempo una parte de la oposición venezolana está cometiendo un error que le puede costar caro. Y es que contraponer el socialismo a la democracia no es una opción. Contraponer “Patria, Democracia y Vida” a “Patria, Socialismo o Muerte” es demostrar no tener conocimiento profundo ni de los procesos sociales y los sistemas políticos. Democracia y socialismo no son antónimos, más bien son conceptos complementarios, y en la Historia hay sobrados ejemplos de democracias socialistas o socialismo democrático, como a bien tengan llamarlo. España o Francia son muestras claras de ello.
Digo que esto les puede costar caro porque la oposición en Venezuela parece no haber entendido aún que no hay modelos políticos malos en sí mismos, sino que son los hombres que los implantan quienes los corrompen con sus ansías de poder, su personalismo o su afán de dominar a una sociedad en su propio beneficio. Son los hombres los que, partiendo de un marco teórico social, comunitario y basado en el bien común, terminan pervirtiendo esos ideales hasta convertirlos en lo contrario. Son los hombres los que escudándose en esos nobles principios, que de cara al pueblo se ufanan en cumplir de forma ejemplarizante, basan su vida en conseguir poder, capital e individualismo. Son los hombres y no los sistemas políticos los que subyugan al pueblo. Nadie puede decir que el socialismo, el comunismo, la democracia, e incluso el capitalismo son malos por sí mismos. Cada uno hace énfasis en un valor, pero eso no los hace buenos o malos, simplemente los caracteriza. Lo que los hace buenos y malos son las personas que los llevan a cabo. Alguien me dirá que esto no aplica a las dictaduras, pero es que las dictaduras, tanto de derecha como de izquierda, son alteraciones extremas, para el beneficio de un ser humano, de estos sistemas políticos. Otra vez los hombres son los que modifican las reglas establecidas en su beneficio, dando lugar a otro tipo de modelo político autoritario y totalitario: la dictadura.
Además, hay otra cuestión de fondo que hace que la contraposición Democracia- Socialismo, sea altamente perjudicial para la oposición, y es que hay muchos venezolanos que creen en el socialismo, que tienen unas sólidas creencias de izquierda que no van a cambiar. Si tú le dices a alguna de estas personas que el socialismo no es democrático te van a cerrar sus puertas, vas a romper la única vía de comunicación que tenías con él. Sin embargo si le argumentas que el socialismo democrático es beneficioso, pero que lo que hay en Venezuela no es algo democrático, ya, por lo menos, has iniciado una discusión con bases comunes, las virtudes del socialismo, y por lo tanto te será más fácil hacerle entender tu posición.
La oposición en Venezuela está cerrando, y de un portazo, todo vínculo posible con esos ciudadanos de izquierdas que no creen en Chávez porque piensas que su modelo no es realmente socialista, o porque ven que no es democrático. Además, están dejando por fuera a los seguidores de chavistas con pensamiento crítico que, debido a ciertas decisiones políticas de Chávez, mal planteadas o que atenten contra las raíces mismas del socialismo, les convierta en “desencantados” que volteen hacia la oposición para encontrar una opción más apropiada a sus ideales políticos.
Si la oposición sigue empecinada en continuar contraponiendo democracia y socialismo, puede que tenga que pagar un costo político del que ya no se pueda recuperar. Y es, últimamente, la Historia de Venezuela se ha escrito en base a los errores de la oposición, y no a los triunfos del oficialismo.
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